Deterioro cognitivo en el adulto mayor
Dr. Rubén Alcantud, geriatra
¿Qué es el deterioro cognitivo en el adulto mayor?
El deterioro cognitivo en personas mayores consiste en la disminución de las capacidades cognitivas que puede afectar la memoria, la atención, el lenguaje y otras funciones mentales.
¿Cuáles son las causas del deterioro cognitivo?
Las causas del deterioro cognitivo pueden ser variadas e incluyen:
- Enfermedades neurodegenerativas como la demencia.
- Problemas de salud como depresión, ansiedad, problemas de tiroides y trastornos del sueño.
- Daño cerebral traumático o accidentes cerebrovasculares.
- Deficiencias nutricionales, especialmente de vitamina B12.
- Efectos secundarios de medicamentos o consumo excesivo de alcohol.
¿Cuáles son los primeros síntomas del deterioro cognitivo?
Los primeros síntomas suelen incluir:
- Olvidos frecuentes y pérdida de memoria.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Problemas con el lenguaje y la orientación.
- Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o apatía.
- Dificultades recientes para realizar actividades diarias sin una causa clara.
- Episodios de confusión durante una enfermedad o un ingreso hospitalario.
¿Cuáles son los riesgos del deterioro cognitivo?
El deterioro cognitivo puede aumentar el riesgo de:
- Evolucionar hacia demencia, el nivel estadío más grave de deterioro cognitivo.
- Aislamiento social debido a la pérdida de habilidades comunicativas.
- Dificultades para realizar actividades diarias, lo que puede llevar a una mayor dependencia.
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¿Cuándo debería consultar con un especialista?
Se recomienda consultar con un geriatra o especialista cuando se observen los siguientes signos:
- Problemas de memoria que interfieren con las actividades diarias, como olvidar citas importantes o repetir las mismas preguntas frecuentemente.
- Dificultad para realizar tareas cotidianas que antes se hacían sin problemas, como seguir una receta o manejar las finanzas personales.
- Desorientación en lugares conocidos o confusión con el tiempo y las personas.
- Cambios en el estado de ánimo, como aumento de la irritabilidad o la desconfianza.
- Disminución en la movilidad o el equilibrio, como caminar con paso vacilante.
- Toma de múltiples medicamentos (5 o más) que puedan estar afectando la cognición.
No se deben atribuir estos cambios simplemente a la edad y buscar una valoración profesional si generan preocupación en el paciente o sus familiares.
Es importante buscar atención médica temprana para evaluar y tratar posibles causas reversibles.
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¿Qué pruebas se suelen realizar para su diagnóstico?
Las pruebas habituales para evaluar el deterioro cognitivo incluyen:
- Evaluación del historial y tratamiento médico.
- Exploración física y neurológica.
- Pruebas cognitivas y evaluación neuropsicológica.
- Análisis de sangre.
- Estudios de neuroimagen (TAC o resonancia magnética cerebral).
En algunos casos, también se pueden realizar pruebas más específicas como:
- Punción lumbar para análisis del líquido cefalorraquídeo.
- Pruebas genéticas (en casos de sospecha de demencia hereditaria)
- Tomografía por emisión de positrones (PET) para evaluar la actividad cerebral.
Es importante destacar que no existe una única prueba para valorar el deterioro cognitivo, sino que se requiere una evaluación integral de todos estos elementos, buscando determinar si existe un deterioro cognitivo leve o si los síntomas son indicativos de demencia.
Recomendaciones para prevenir y frenar el deterioro cognitivo
1. Mantenga una actividad física regular, incluyendo al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado como caminar, nadar o hacer gimnasia suave. El ejercicio mejora la circulación sanguínea al cerebro, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y promueve la creación de nuevas conexiones neuronales, lo que ayuda a mantener la salud cognitiva.
2. Mantenga una vida social activa participando en actividades en grupo, manteniendo el contacto con familiares y amigos, y realizando otras actividades como voluntariado. La interacción social regular estimula el cerebro, reduce el riesgo de depresión y aislamiento, y contribuye a mantener una buena salud cognitiva.
3. Siga una dieta equilibrada y nutritiva rica en frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables como las del aceite de oliva. Una alimentación adecuada proporciona los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento cerebral y ayuda a prevenir enfermedades crónicas que pueden contribuir al deterioro cognitivo.
4. Controle sus factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto. Siga el tratamiento médico prescrito y realice chequeos regulares. Un buen control de estas condiciones ayuda a prevenir accidentes cerebrovasculares y otros problemas que pueden afectar la salud a nivel cognitivo.
5. Asegúrese de dormir lo suficiente, idealmente entre 7 y 8 horas por noche. El sueño es esencial para la consolidación de la memoria y la eliminación de toxinas cerebrales, por lo que mantener una buena higiene del sueño es fundamental para la salud cognitiva.
6. Evite el consumo excesivo de alcohol y no fume. Ambos hábitos están asociados con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Si bebe, hágalo con moderación, y si fuma, consulte con su médico para dejarlo.
7. Mantenga sus sentidos en buen estado realizando revisiones regulares de la vista y el oído. Los problemas sensoriales no tratados pueden llevar al aislamiento social y a una menor estimulación cognitiva, lo que puede acelerar el deterioro.
8. Participe en programas de entrenamiento cognitivo diseñados específicamente para mejorar habilidades como la memoria, el razonamiento y la velocidad de procesamiento. Realice actividades como leer, resolver crucigramas, aprender nuevas habilidades y participar en juegos. Estas actividades ayudan a mantener y fortalecer las conexiones neuronales, mejorando la memoria, la atención y otras funciones cognitivas.